Creencias Limitantes

La primera vez que escuché sobre las creencias limitantes no tenía mucha idea de lo que lo significaba. Y no fue hasta hace poco, cuando comencé a estudiar LDA (la Ley de Atracción) que entendí lo que realmente este término quería decir.

Hay otra frase similar:
La mente puede ser tu mejor amigo o tu peor enemigo.
Solo que esta frase cobra más importancia si sabes que tus pensamientos no solo alteran tu estado de ánimo sino que también crean.


Todos tenemos creencias y patrones mentales que hemos ido desarrollando a lo largo de nuestras vidas:

• Experiencias directas que han formado creencias.
• Creencias que nacen de la observación de nuestro entorno.
• Y aquellas inculcadas por padres, escuelas y la sociedad en general.

No todas nuestras creencias son positivas, o mejor dicho, no todas están en armonía con nuestros deseos.

Yo pensaba que las creencias eran algo fijo y que no se podían cambiar, al menos no fácilmente.

Pero sobre todo con la ayuda de Abe (Abraham-Hicks) entendí que las creencias no son más que pensamientos que a fuerza de repetirlos durante un tiempo determinado se han arraigado hasta convertirse en estructuras mentales más rígidas.

Las creencias son como atajos que crea la mente crea para llevarnos a los estados vibratorios que más usamos de una manera más rápida y efectiva.
Si son positivas son muy beneficiosas, el problema está cuando no lo son o cuando nos limitan.

La buena noticia es que toda creencia se puede cambiar.

Yo personalmente he cambiado muchas de mis creencias en los últimos meses.
¿Cómo?
A través de la repetición.

La mente no es un vaso de agua que se puede vaciar y llenar posteriormente. No puede estar vacía.
Por lo que hay que verter líquido en el vaso constantemente hasta que el líquido nuevo reemplace al anterior.

Lo mismo ocurre con los pensamientos y creencias.
Un pensamiento debe reemplazar a otro.

Abe explica que no se trata de eliminar las creencias, cosa imposible, pues estas nos hacen ser quienes somos, es decir, nos dan el carácter individual que cada uno tenemos.
Las creencias determinan nuestra personalidad.

Se trata de identificar qué deseamos y luego evaluar nuestras creencias para determinar cuales no están de acuerdo u obstaculizan nuestro deseo.

Hasta que no hagamos este proceso la creación deliberada de nuestros deseos resulta mucho más difícil y a veces imposible.

Creencia = Expectación

Deseo + Expectación = Manifestación

Es decir, no podemos esperar algo que no creemos. Y solo manifestamos aquello en lo que creemos realmente y esperamos

Por ejemplo:

Deseamos un nuevo empleo.
Y así una parte de la ecuación se cumple.

Pero en el fondo tenemos creencias como:

• La situación laboral es difícil.
• La crisis no permite mejoras de empleo.
• A nuestro jefe no le caemos en gracia.
• No tenemos suficiente experiencia o habilidades.
• El mercado laboral en ese sector está saturado.

Aunque deseemos un nuevo empleo, no creemos que sea posible o que lo merezcamos.
Y por lo tanto realmente no esperamos que suceda.

Resultado: no se manifiesta lo que queremos.

Puede ocurrir que aunque una creencia no respalde un deseo, si el deseo es muy intenso se manifieste. Pero debido a que la creencia es débil lo hace con dificultad.

También se puede producir el caso contrario: que se manifieste algo que no deseábamos con intensidad pero que creíamos con fuerza.

Lo que determina la rapidez con la que se manifieste algo es la fuerza de nuestra creencia y expectación. Tanto para lo positivo como para lo negativo.

¿Cómo sabemos que tenemos creencias limitantes?
Según la emoción que sintamos.
Si cuando pensamos nuestros deseos notamos emociones negativas, es seguro que existe una creencia que contradice dicho deseo.

Lo ideal sería que al pensar nuestro deseo sintamos alegría, excitación y bienestar.
Pero no ansiedad, preocupación o miedos.

Lo importante en todo esto es tomárselo con calma y no agobiarse por no obtener resultados rápidos.

Por experiencia propia he aprendido que la misma LDA te ayuda a cambiar las creencias.
La LDA hace que un pensamiento atraiga otro y así sucesivamente añadiendo intensidad a cada pensamiento.

Cuando empecé a relajarme es cuando comencé a notar cambios definitivos en mi forma de pensar y en mis creencias.

Así que si deseas cambiar una creencia en específico recuerda que es algo que sucede gradualmente y que a fuerza de pensar de un modo determinado esta nueva creencia con la ayuda de LDA se va afianzando hasta reemplazar la anterior.

Como éste es un tema tan extenso la próxima vez hablaremos con más detenimiento sobre cómo cambiar creencias y patrones mentales.

Siempre un placer.