Meditar, Visualizar e Imaginar

La diferencia entre meditar y visualizar es un tema muy interesante.

En nuestras visualizaciones e imaginaciones entramos en un estado de relajación parecido al de la meditación, por lo que siempre me he preguntado qué diferencia hay.

Dicho de una manera simple meditar es un estado de conexión con el Ser (o Fuente Divina) que se caracteriza por la ausencia de pensamientos.
Visualizar e imaginar son estados mentales donde proyectamos imágenes con la intención de recrear emociones y vivir mentalmente una experiencia.


Sabemos que nuestros pensamientos crean (positivos o negativos) y mayor emoción evoca un pensamiento mayor poder de creación tiene.

La meditación en particular no solo nos pone en contacto directo con nuestra Fuente Divina sino que también nos aporta serenidad, control mental y una nueva ventaja que he descubierto recientemente:
Nos ayuda a manifestar nuestros deseos...

Cuando meditamos estamos en un estado donde no hay pensamientos, por lo general nos concentramos en nuestra respiración o en observar algo fijamente. Independientemente del método que se utilice el objetivo es lograr por la mayor cantidad de tiempo posible no pensar.

En ese estado nuestro Ser fluye sin restricciones, pues nos encontramos sin pensamientos negativos o de carencia que suelen resistir y obstaculizar nuestros deseos.

Al producir un deseo o preferencia la Fuente Divina inmediatamente acepta nuestros deseos y los realiza.
Es decir, no solo nuestro Ser dice sí a nuestro deseo sino que vive y se convierte en dicho deseo en el mismo momento en que viene expresado, ya sea de forma consciente o inconsciente.

De esa manera nuestra Fuente Divina se expande constantemente con cada deseo y preferencia emanada, por lo que nuestras vivencias contribuyen a la expansión del Universo.

Al meditar no hay pensamientos por lo que no hay resistencia y podemos físicamente ponernos al día con la expansión de nuestro Ser, somos uno por lo que el deseo ya realizado y vivido por el Alma, Ser o Fuente Divina, comienza a fluir hacia nosotros de manera libre y constante.

De igual importancia son las visualizaciones.

Primero me gustaría aclarar la diferencia entre visualizar e imaginar.

Visualizar es recrear una experiencia por lo general ya vivida o vista. Imaginar es usar combinaciones de imágenes que no necesariamente hemos experimentado.
Visualizamos aquello que hemos visto pero podemos imaginamos cosas no vividas o quizás que ni siquiera existan en el mundo físico. (Aunque por lo general en lo referente a la LDA no se hace distinción y se usa el término visualizar para describir ambas cosas)

Yo crecí con la idea de que no era productivo o correcto dedicar parte del día a ensoñaciones. Fantasear era de vagos y de personas que carecían valor para actuar.
En resumen, no me permitía visualizar y cuando lo hacia no me sentía bien conmigo misma.

Con Abraham he aprendido algo muy importante:

No tiene sentido realizar una acción si no estamos en sintonía vibracionalmente con el resultado que deseamos. El poder del pensamiento es infinitamente superior al poder de la acción. (este es un tema del que me encantaría hablar en un futuro).

Estudiando la LDA entendí que visualizar lo es todo. Es la forma que tenemos de decirle al Universo exactamente lo que queremos y una vez inspirados y en sintonía con nuestro deseo, es decir, sin dudas ni miedos, con fe y expectación, podemos pasar a la acción.
De esta manera, la acción producirá resultados positivos.

Abraham dice que nuestro verdadero trabajo es recopilar imágenes y experiencias durante el día de todo aquello que nos guste o queramos que forme parte de nuestra realidad y que hagamos notas mentales o inclusive escritas para utilizarlas en nuestro taller de visualización.

Nos recomienda dedicar 10 ó 15 minutos al día en meditación y otros 10 ó 15 minutos visualizando lo que deseamos. Lo importante es que sea en un espacio tranquilo donde no seamos interrumpidos y la meditación o visualización nos absorba completamente.

También durante el día podemos usar la visualización sobre todo cuando deseamos resultados en concreto.

Si visualizamos de manera pura nuestro deseo (sin miedos, dudas o pensamientos negativos) llegará el punto donde dicho deseo o intención debe manifestarse.

El problema está en que así como nos dedicamos a la visualización de lo que queremos nos dedicamos también en nuestro día a día a enfocarnos en los problemas diarios y todo aquello que no queremos o que nos preocupa. Enviamos una mezcla de vibraciones positivas y negativas por lo que nuestro deseo tarda en llegar o no llega de la manera que esperábamos.

Caemos en el típico caso de dar 3 pasos hacia adelante y 2 hacia atrás, en vez de marchar de forma continua y sostenida.

Espero haya sido de ayuda y como siempre mis mejores deseos. Hasta la próxima.

Leer más...

Emociones - Segunda parte

En el tema anterior hablé sobre las emociones, su origen y su importancia. Hoy me enfocaré más en la parte práctica.

No solo las emociones nos indican la relación entre nuestros pensamientos y lo que piensa nuestro ser sino que también nos sirven para saber que estamos por manifestar.

Es decir, el sentir de manera reiterada una emoción significa que tenemos un patrón mental al que recurrimos frecuentemente.

Las emociones no crean pero sí nuestros pensamientos y si pensamos algo habitualmente, seguramente empezaremos a ver evidencia de ello en nuestras vidas.


Por lo general somos más conscientes de lo que sentimos y de cómo nos sentimos que de lo que pensamos, por lo que estudiar nuestras emociones es una forma ideal de saber lo que hemos estado pensando y por ende lo que estamos atrayendo a nuestras vidas.

Si al dar una mirada hacia atrás vemos que hemos pasado un periodo en el que nos hemos sentido con energía, positivos, alegres o esperanzados sabremos que hemos atraído manifestaciones positiva.
En cambio, si recordamos un periodo de tristeza, frustración o incertidumbre sabremos que hemos estado atrayendo más situaciones que aumenten dichas sensaciones.

Es más fácil durante el día ser conscientes de cómo nos sentimos en vez de revisar cada uno de nuestros pensamientos.
Al tener una sensación que no es positiva es el momento de preguntarnos en qué estamos pensando.
La segunda pregunta sería qué pensaría nuestro ser.

Una vez identificada la emoción el siguiente paso sería buscar una emoción más positiva.
No necesariamente tiene que ser la mejor emoción que hayamos sentido sino simplemente una emoción de alivio, y así sucesivamente hasta llegar a emociones de tranquilidad, alegría, amor, confianza, etc.

Debemos recordar que este proceso no es algo inmediato, pues la ley de atracción no te permite un salto de una emoción muy negativa a una muy positiva, tenemos que verlo como una escalera, peldaño a peldaño y dependiendo del tema en cuestión el proceso puede durar minutos o días.

Lo importante es buscar pensamientos que nos den sensación de alivio.

Ejemplo:

Mi jefe no quiere hacerme responsable del nuevo proyecto (rabia/frustración)

* Bueno quizás yo no he dejado lo suficientemente claro mis ganas de participar (mejor)
* Quizás mi jefe tiene mucha presión por parte de sus supervisores y desea que todo salga lo mejor posible. (mejor)
* Además hay gente que tienen mayor tiempo en la compañía y quizás desea ser justo (mejor)
* Seguro no es consciente de todas mis capacidades de lo contrario no dudaría en hacerme encargado (mejor)
* Hablaré con el y de no ser posible demostraré mis habilidades para el siguiente proyecto (mucho mejor)


Este ejemplo se puede aplicar a cualquier área de nuestra vida. La idea es subir la escalera de las emociones paso a paso.

Por experiencia propia sé que no es fácil pero tampoco imposible, también tengo que reconocer que cada vez el proceso se agiliza y se tarda menos tiempo.

Al principio me desesperaba conmigo misma al sentirme negativa, me irritaba no poder sentirme mejor de manera rápida, quería sentirme bien de inmediato, hasta que aprendí que es algo gradual.

Es muy importante además perdonarse a sí mismo por no poder estar mejor, de ese modo te relajas y se te hará más fácil subir la escalera ya que la presión que nos imponemos en sentirnos bien actúa como efecto contrario: Nos frustramos y se nos hace más difícil salir de la emoción negativa.

Hay temas en los que me toma minutos subir la escalera y otros que definitivamente me cuestan más, pero no hay que olvidar que siempre habrá escaleras que subir y que las emociones no son obstáculos que evitar sino una herramienta que nos sirve:

1. para ser consciente de la conexión con nuestro ser y
2. para utilizarlas de manera práctica (buscado el pensamiento que nos dé alivio) en la creación de nuestras vidas

Espero sea de ayuda, hasta la próxima.

Leer más...

Emociones - Primera parte

¿Qué son las emociones?
Según Abraham-Hicks las emociones son las respuestas inmediatas, o feedback, que nos proporciona nuestro ser interno con respecto a nuestros pensamientos, palabras y emociones.

Si nos fijamos, pensamos primero y luego sentimos. Hay mucha gente que no estaría de acuerdo con esta afirmación. Dirían que a menudo sentimos sin pensar y que las emociones son incontrolables.

Yo diría que no siempre los pensamientos se expresan en palabras articuladas, muchas veces son solo imágenes o vagas ideas. Por lo que es fácil, a veces, ni siquiera reconocerlos.


Para sentir una emoción como la tristeza primero hay que pensar o visualizar algo que nos produzca tristeza. En ocasiones nos sentimos tristes sin saber porque, pero siempre hay un origen en la emoción y si indagamos profundamente encontraremos formas de pensamientos muy sutiles, pero muy habituales, que nos preocupan o nos hacen sentir triste y pasan desapercibidos.


¿Son positivas o negativas las emociones?

Hay mucha variedad de opiniones sobre este tema.
Desde pequeños nos enseñan a reprimir las emociones, ya que muchas de ellas nos están bien aceptadas en nuestra sociedad. También hemos escuchado lo contrario que debemos expresar las emociones para ser personas equilibradas y mantener nuestra salud mental.

Independientemente de la ideología estas corrientes comparten algo en común: Tratar la emoción como el punto de partida, ya sea para expresarla o para reprimirla.

Lo que me parece poco lógico. ¿No es más fácil actuar sobre el pensamiento que la origina?

Abe tiene un ejemplo que yo adoro:

Las emociones son como el indicador de la gasolina en nuestros coches.
Nos indican si los pensamientos, palabras o acciones, están de acuerdo con la naturaleza de nuestro ser.

Cuando marca vacío no tratamos de arreglar el indicador para que muestre lo contrario, ni lloramos desconsoladamente porque no indica mayor cantidad de gasolina.
Simplemente procedemos a llenar el tanque.

En cambio, en nuestras vidas cuando las emociones negativas nos reflejan un 'tanque vacío' en vez de proceder a llenar el tanque es decir, buscar pensamientos que nos hagan estar más conectados con nuestro ser, lloramos desconsoladamente por como nos sentimos y pensamos que nuestro estado de ánimo es algo irremediable o actuamos sobre la emoción directamente tratando de reprimirla o enmascararla.

Como Abe dice: "Sería como pegarle una carita feliz al medidor en nuestro coche y olvidarnos del tanque".

Las emociones son simplemente indicadores de nuestra conexión. Es la forma que tiene nuestro ser de contactar con nosotros, nos reflejan si el pensamiento, lo que decimos o hacemos es algo que pensaría, diría o haría nuestro ser.

Como este es un tema tan extenso he pensado dividirlo en dos artículos, en el próximo hablaré de cómo utilizar las emociones para saber lo que estamos por manifestar en nuestras vidas y como hacer para superar las emociones negativas.

Hasta muy pronto.

Leer más...

Información del blog

Este es un blog dedicado a todos aquellos que deseen estudiar la ley de atracción y llenar sus vidas de prosperidad y abundancia. Dejad vuestros comentarios para poder compartir pensamientos y experiencias.

  © Blogger templates ProBlogger Template by Ourblogtemplates.com 2008

Back to TOP